Muchas personas, cuando escuchan o ven escrita la palabra dulcémele en algún lugar, hacen una mueca extraña pensando o mencionando la típica expresión que hacen las personas cuando no saben lo que es una cosa.
Si, me gusta empezar al grano y con redundancia, ya os acostumbraréis.
Si, me gusta empezar al grano y con redundancia, ya os acostumbraréis.
La cosa es que yo no soy una de esas personas, no. Tengo la extraña manía de ponerme Dulcémele como nombre de usuario, de cuenta o seudónimo en todos los sitios web e incluso concursos donde no requieren mi nombre real para la inscripción. Y supongo que os preguntaréis lo mismo que me preguntan todas las personas que me conocen.
¿Qué es dulcémele? Pues dulcémele es un objeto que no tiene que ver ni con los dulces, ni con la amabilidad, ni con nada que podáis pensar.
Un dulcémele es un instrumento musical medieval de percusión que consta de un trapecio de madera donde se alojan diversas cuerdas que vibran al ser golpeadas con un martillo. Este instrumento es uno de los antecedentes del piano de cola que conocemos hoy en día, pues el interior de la "cola"
es, puramente, la estructura de un dulcémele.
Y entonces ¿porqué le puse ese nombre al blog? Lo hice porque tanto el dulcémele como este blog son cosas desconocidas las cuales nunca viene mal conocer.
¿Qué es dulcémele? Pues dulcémele es un objeto que no tiene que ver ni con los dulces, ni con la amabilidad, ni con nada que podáis pensar.
Un dulcémele es un instrumento musical medieval de percusión que consta de un trapecio de madera donde se alojan diversas cuerdas que vibran al ser golpeadas con un martillo. Este instrumento es uno de los antecedentes del piano de cola que conocemos hoy en día, pues el interior de la "cola"
es, puramente, la estructura de un dulcémele.
Y entonces ¿porqué le puse ese nombre al blog? Lo hice porque tanto el dulcémele como este blog son cosas desconocidas las cuales nunca viene mal conocer.
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